martes, 23 de octubre de 2012

CONOZCAMOS NUESTRA FE CATÓLICA

En este Año de la Fe, su Santidad el Papa Benedicto XVI nos invita a profundizar en nuestra fe y transmitirla convencidos de los que profesamos, por ello les dejamos aquí un poco de información.
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
Cuando pienso en la muerte, me pregunto:
¿Qué pasará después? ¿Cómo me juzgará Dios? ¿Cómo será la vida después de la muerte? ¿Seré sólo alma, o alma con cuerpo? ¿Cómo y cuando ser
á el fin del mundo ?

Veremos lo que nos enseña el catecismo sobre el juicio particular, el juicio final, la resurrección de los muertos y la comunión de los santos.

EL JUICIO PARTICULAR
- Cada hombre inmediatamente después de morir, tiene un juicio particular. Se presentará él solo delante de Dios, referirá toda su vida: en ese momento tendrá que dar cuenta de las obras buenas que hizo, de las obras buenas que pudo haber hecho y no quiso y también de todo el mal que haya obrado.
- Sabes que te preguntará Dios ante todo ese día :

¿ Cuánto has amado hijo mío ?
- después de este juicio el alma recibe inmediatamente su premio o su castigo eterno inmediatamente: el cielo, el infierno o el purgatorio.

LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS
- En el credo que rezamos en la misa decimos: ¨Creo en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro¨.
- Los católicos creemos que después de la muerte, no habrá solamente vida del alma, sino que también nuestros ¨cuerpos mortales¨ volverán a tener vida.

¿ QUÉ ES RESUCITAR ?
Con la muerte, el alma se separa del cuerpo y éste cae en la corrupción ( es decir se deshace, se hace cenizas) mientras el alma va al encuentro de Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Resucitar significa que el cuerpo volverá a tener vida.

¿ QUIÉN RESUCITARÁ ?
Todos los hombres que han muerto: ¨Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación¨ (Jn 5,29; cf.Dn 12,2)

¿ CÓMO RESUCITARÁN ?
Cristo resucitó con su propio cuerpo: ¨Mirad mis manos y mis pies; soy el mismo¨. (Lc 24,39) pero El no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo ¨todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienen ahora, pero este cuerpo será ¨transfigurado en un cuerpo de gloria¨ , resplandeciente.

¿ CUÁNDO SERÁ LAS RESURRECIÓN ?
Será el último día¨(Jn 6.39-40), ¨al fin del mundo¨ . El alma se reunirá con su cuerpo el día de la resurrección de los muertos.
La resurrección de los muertos será ¨ la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán la voz de Cristo y resucitarán. Esto será justo antes del JUICIO FINAL.

EL JUICIO FINAL
- Cuando se acabe el mundo y vuelva Cristo glorioso acompañado de todos sus ángeles, entonces sucederá que todos los hombres aparecerán con su cuerpo ante el tribunal del Cristo para dar cuenta de sus propias acciones.
Sólo el Padre conoce el día y la hora en que esto tendrá lugar.

- El Evangelio nos dice:
¨ Serán congregadas delante de él todas las
naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa a las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda... e irán éstos al castigo eterno y los justos a una vida eterna ¨.
- El juicio final revelará hasta sus últimas consecuencias lo que cada uno haya hecho o haya dejado de hacer durante su vida terrena.

LOS CIELOS NUEVOS Y LA TIERRA NUEVA
- después del juicio final, el universo será renovado, es decir, cambiado. El mundo será diferente.
- Al final de la Biblia, en un libro llamado Apocalipsis, se nos explica que en este ¨universo nuevo¨ Dios tendrá su morada entre los hombres. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos, ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.
- No sabemos el momento del fin del mundo y de la humanidad, tampoco conocemos cómo se transformará el universo. Solo sabemos que Dios ha preparado algo maravilloso: una nueva morada y una nueva Tierra en la que habita una justicia, una alegría y una paz que superan todos los deseos de los corazones de los hombres.

LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS
- La comunión de los santos significa que: los hombres vivos, los muertos que están en el purgatorio y los santos que están en el cielo, formamos todos una sola familia, un solo cuerpo, una solo pueblo que es la Iglesia y sobretodo ¡que nos podemos ayudar unos a otros!
a) LOS SANTOS DEL CIELO son aquellos que, una vez muertos y purificados de sus pecados, se encuentran ya gozando de Dios en el cielo. Hay santos que son reconocidos en la tierra como santos y otros muchos que tal vez no tengan un altar pero que también son santos. A ellos se les llama la IGLESIA TRIUNFANTE.
Los hombres de la tierra podemos pedirles que intercedan por nosotros, es decir, que le pidan a Dios por nosotros o por alguna necesidad en especial.
b) LOS FIELES DE LA TIERRA somos los hombres que estamos en el mundo. A nosotros se nos llama la IGLESIA MILITANTE porque estamos continuamente luchando contra los enemigos del alma para lograr nuestra salvación.
Los hombres podemos ofrecer nuestros sacrificios y oraciones unos por otros.
¡ Si de verdad creyéramos en el poder de la oración, cuánto podríamos ayudar a otras personas con ella ! .
Tal vez tú no puedes curar a los enfermos, aliviar a los que sufren, evitar las guerras, dar a conocer a Jesús en las misiones... pero si puedes rezar por todo eso.
también puedes pedir por las almas del purgatorio para que salgan cuanto antes de ese estado y puedan estar con Dios.
c) LAS ALMAS DEL PURGATORIO son las almas que después de la muerte deben pasar a purificar su alma antes de poder ver a Dios. Ellas forman la IGLESIA PURGANTE.
Los santos y los fieles de la Iglesia (hombres de la tierra) podemos y debemos ayudarlas a entrar al cielo más rápidamente.

- Hay muchas MANERAS DE HACER SUFRAGIOS POR NUESTROS DIFUNTOS :
a) Con la oración. Reza y pide a Dios por ellos.
b) Con obras buenas ofrecidas por ellos, por ejemplo: sacrificios voluntarios, los dolores de la vida presente sufridos con resignación, los actos de paciencia, aceptar la voluntad de Dios, las obras de caridad, la limosna.
c) Ofreciendo la Santa Misa por ellos. Con la misa, ya no somos nosotros solos los que rezamos, sino que Jesús mismo se une a nosotros y se ofrece a sí mismo como víctima para la purificación de las almas purgantes. Por eso la Santa Misa tiene un valor infinito y bastaría una sola para vaciar el Purgatorio.
- Al final de los tiempos las tres Iglesias que somos una sola familia nos reuniremos con Dios Padre y con Cristo como cabeza de esta Iglesia.

Pensaré cada noche que con mis acciones de cada día puedo ganar o perder mi vida eterna. Ofreceré misas, sacrificios y oraciones por mis difuntos.

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