Nuestra Parroquia ha sido siempre muy bendecida, por ella han pasado Sacerdotes con carismas muy distintos pero que a su paso han dejado una enorme huella y han hecho de nosotros una verdadera comunidad.
Este momento no es la excepción, hoy es momento de ejercer la obediencia y ver partir a nuestro Párroco Enrique Esquivel.
Durante casi ocho años nos ha acompañado, ha compartido con nosotros las gracias que Dios le regaló a través del sacerdocio, nos ha guiado con su sabiduría, su espiritualidad, su amor al silencio y a la Eucaristía.
Gracias por compartir con nosotros sus alegrías. Gracias Padre Enrique por ser un claro ejemplo en la búsqueda de la Santidad.
Sabemos que a donde Dios lo llame ahí estará, sirviendo al Pueblo de Dios con toda su entrega.
No le decimos adiós, porque parte de su ser se queda con nosotros al igual que parte de nuestro corazón lo acompañará siempre.
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